Creo que estamos comenzando a comprender los fundamentos físicos de la “enfermedad mental” y, al hacerlo, estamos en mejores condiciones para diagnosticar, controlar el tratamiento y controlar los síntomas. Sin embargo, no creo que cambie la clasificación médica o legal de los diferentes conjuntos de síntomas.
Para dar una analogía, ahora sabemos que un ataque al corazón implica un evento de coagulación debido a un área pequeña de daño y posterior curación en una de las arterias que alimentan el corazón. Sin embargo, el término síndrome coronario agudo que describe la constelación de los síntomas observados debido al evento de coagulación, incluido el dolor en el pecho, cambios en el ECG y otros síntomas, no se vuelve irrelevante. El coágulo podría estar en cualquiera de las tres arterias diferentes y puede que incluso no sea un coágulo en circunstancias excepcionales. El síndrome coronario agudo describe los síntomas independientemente de la causa física.
Los investigadores están comenzando a identificar enfermedades mentales clásicas como la esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar basados puramente en conexiones cerebrales anormales. Aquí hay algunos artículos gratuitos que muestran cómo los síntomas de diferentes enfermedades mentales pueden coincidir con patrones de conectividad cerebral de “firma”. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/… y http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubm….
En mi opinión, aunque podamos identificar conexiones alteradas en pacientes para ayudar en el diagnóstico de ciertas enfermedades mentales, el término permanecerá para describir las constelaciones de síntomas observadas en varios estados de conectividad del cerebro. Además, es probable que la depresión y otras enfermedades mentales tengan muchas “firmas” o causas físicas diferentes; por lo tanto, el término general de enfermedad mental seguirá desempeñando un papel en la comunidad medicolegal cuando sea necesario.