¿Cómo podemos reconocer nuestro dolor y sentir compasión por nosotros mismos sin que se convierta en un anhelo lúgubre y resentido por lo que podría haber sido?

Tienes que llorar tu dolor y pérdida de inocencia previa acerca de la vida adecuadamente. No lo retires, no lo niegues. Lanzamiento.

Una vez que se ha liberado y se ha afligido, debe dejarlo ir. Separar todas las expectativas de controlar lo que ya ha sucedido. Lo hecho, hecho está.

Uno es mejor mirar por encima del hombro en los días pasados ​​para reflexionar ocasionalmente sobre su progreso y reflexionar sobre sus errores, la esperanza yace en el camino. La nostalgia puede ser dulce, pero corremos el riesgo de atrapar nuestras mentes en una agradable ilusión. El pasado puede y te perseguirá en las noches oscuras, frías y solitarias, pero solo te controlará si lo permites.

Lo hecho, hecho está. Déjalo ir.

La compasión, la presencia de la mente y el estoicismo no son conceptos mutuamente excluyentes.