¿Cuáles son sus preocupaciones? Puedo suponer que le están causando tal incomodidad que evita buscar ayuda de un terapeuta, mientras comprende que un problema necesita un examen y apoyo objetivos.
Es posible que no necesite la ayuda de un terapeuta si tiene un amigo, un pariente en quien confía para hablar abiertamente sobre una preocupación o un problema. La dificultad es que puedes sentir que te vuelves vulnerable cuando abres tu mente y tus emociones a alguien que no sabe pero que se preocupa por ti.
Es posible que le preocupe que el terapeuta le dé recomendaciones que no desea seguir o que tenga una “ventaja” y trate de ver lo que no tiene ganas de compartir.
Un terapeuta profesional y capacitado no intentará convencerte o darte sugerencias que no aceptas. El terapeuta escucha, puede hacer preguntas para comprender su situación pero nunca ir a donde no quiere. El terapeuta es una guía en el laberinto de pensamientos complicados y opuestos que tiene dificultades para resolver. El terapeuta no te arrastra por el camino que él o ella cree que deberías ir, él o ella camina contigo y siempre pedirá permiso para dar un nuevo paso si se trata de un asunto delicado que todavía no te estás entendiendo a ti mismo.
Puedes imaginar que el terapeuta te está dando la bienvenida en la estación de tren y te recoge el equipaje que le estás entregando. Si prefiere caminar sosteniendo sus bolsas pesadas por un tiempo antes de que el terapeuta lo ayude a llevar algo, entonces, el terapeuta caminará hasta que se sienta lo suficientemente seguro.
El terapeuta no es un amigo Es un profesional objetivo que te ayuda a deshacer algunos nudos como un buen maestro explorador. Hay muchas escuelas de pensamiento y práctica, por lo que es posible que desee decidir qué tipo de ayuda necesita y mudarse desde allí.