¿Por qué las sátiras se unen a la obesidad ofensiva?

La sátira es ofensiva, punto. Desanimar a una persona por su apariencia también es ofensivo. Entonces su pregunta resalta que es un doble golpe de ofensividad.

La obesidad parece ser lo peor que una persona puede ser en la sociedad actual. Yo mismo encuentro ese único hecho ofensivo por derecho propio. Es mucho peor ser cruel que ser gordo. Es mucho peor ser desconsiderado que ser gordo. Es peor ser codicioso que ser gordo. Es peor ser mezquino que engordar. Es peor ser egoísta que ser gordo. Es peor ser una gran cantidad de otras cosas que ser gordo, pero por alguna razón todos están gritando y llorando y están tan jodidamente preocupados por la obesidad.

No es correcto juzgar a las personas por su aspecto. No debes asumir que las personas gordas tampoco son saludables. Eso también es obra de la sociedad. Esa grasa = no saludable. No es necesariamente cierto. No se puede decir nada sobre la salud de una persona mirándolas.

Vamonos. Este tema de la obesidad se está volviendo aburrido ahora …

Porque, en mi propia cultura, de todos modos, la obesidad conlleva una gran desventaja social (sin juego de palabras). Como señaló otro afiche, una buena sátira no se burla de aquellos que luchan con desventajas, ya sean de naturaleza económica, estética, social o psicológica. Típicamente, la buena sátira satiriza a los fuertes, a los poderosos, a los privilegiados, o, como dice HL Mencken, reconforta a los afligidos y aflige a los que se sienten cómodos.

A la mayoría de las personas obesas, incluso aquellas que bromean sobre su propia obesidad, no les gusta que los demás les ridiculicen, al igual que la mayoría de las personas con colostomías y trastornos convulsivos y grandes cicatrices faciales no se preocupan por estas condiciones para servir de entretenimiento para otra gente.