Es imposible determinar cuánto tiempo lleva.
Los niveles de vitamina D, los niveles de actividad física, la ingesta de magnesio y otros micronutrientes, el pH corporal, los patrones de sueño, la función cardíaca, el estrés y los niveles de hormonas, la forma de calcio, etc. interactúan sinérgicamente y determinan la frecuencia. Esto, por supuesto, cambia todos los días un poco.