La cafeína interfiere con las acciones de la adenosina, un neurotransmisor natural en el cerebro.
Al suprimir las acciones de la adenosina, la cafeína aumenta la actividad neuronal en el cerebro, lo que conduce a un aumento temporal en el estado de alerta mental y el procesamiento del pensamiento, al tiempo que reduce la somnolencia y la fatiga.
Además, al contrarrestar la adenosina, la cafeína también reduce significativamente el flujo de sangre al cerebro, lo que provoca dolores de cabeza, mareos y una reducción de la coordinación motora fina.
Sin embargo, la cafeína puede ayudar con las migrañas causadas por la dilatación excesiva de los vasos sanguíneos en el cerebro. Otros efectos de la cafeína sobre el sistema nervioso incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la sed y el hambre, ansiedad, nerviosismo, dilatación de las vías respiratorias, relajación del esfínter anal e insomnio.
