¿Qué es el desequilibrio químico? ¿Dónde puede ocurrir en el cuerpo? ¿Qué tipo de síntomas muestra?

Las personas sanas poseen niveles de sustancias químicas cerebrales que se encuentran dentro de un cierto rango normal. Cuando los factores internos o externos agotan el cerebro de estos productos químicos o lo estimulan a producir cantidades excesivas, se produce un desequilibrio químico. Los desequilibrios en la química del cerebro pueden dar lugar a trastornos del estado de ánimo, problemas de aprendizaje, abuso de sustancias y debilidad muscular. Los desequilibrios más fácilmente perceptibles en la química del cerebro son los desequilibrios en los neurotransmisores que funcionan como estimulantes o inhibidores en el sistema neurológico.

DEPRESIÓN

La depresión es un síntoma de un desequilibrio en la química del cerebro. En la depresión, los niveles cerebrales de la hormona del bienestar serotonina, la hormona de la recompensa dopamina y el inhibidor neurológico químico GABA son más bajos de lo normal, informa un equipo de investigación en la edición de marzo de 2010 de “Biological Psychiatry”. Como el neurotransmisor inhibitorio principal en el cerebro, GABA ayuda a prevenir que las neuronas del cerebro entren en un estado hiperactivo que podría provocar un ataque. Sin embargo, cuando los niveles de GABA son extremadamente bajos, todo el estado neurológico entra en un estado retardado o deprimido.

ANSIEDAD

La ansiedad y el trastorno de pánico también pueden ser síntomas de un desequilibrio en la química del cerebro. La ansiedad se atribuye a niveles bajos de serotonina y GABA y altos niveles de hormonas del estrés como cortisol, adrenalina y noradrenalina. Los conocimientos sobre los mecanismos subyacentes a la depresión provienen de la efectividad de los tratamientos destinados a estabilizar estos químicos, informa el neurólogo del estado de Ohio, David Beversdorf, al Science Daily. Los inhibidores de la recaptación de serotonina pueden aumentar el nivel cerebral de serotonina, benzodiacepinas, incluyendo Xanax y Valium, pueden aumentar el nivel cerebral del inhibidor neurológico GABA y los betabloqueantes, como el propranolol, pueden bloquear la liberación de la hormona del estrés noradrenalina.

ALCOHOLISMO

El alcohol es un depresor temporal del sistema neurológico. En el momento de beber, el alcohol estimula la secreción de la molécula inhibidora GABA. Sin embargo, las cantidades excesivas de alcohol pueden agotar los recursos naturales del cerebro de GABA, serotonina, dopamina y péptidos opioides, dice el neurocientífico de La Jolla George Koob a Science Daily. Además, el alcohol desencadena la liberación de sustancias químicas del estrés que crean depresión, angustia y tensión. Esta asimetría entre los efectos calmantes a corto plazo y los efectos angustiosos a largo plazo del alcohol puede tentar a los alcohólicos a una recaída, agrega Koob.

SÍNDROME DE FATIQUE CRÓNICO

El síndrome de fatiga crónica o SFC es una afección que provoca dolor muscular, debilidad muscular y fatiga. Para ser diagnosticado con CFS, la condición debe haber persistido durante 6 meses o ser lo suficientemente grave como para interferir con la función diaria. Un estudio piloto realizado por investigadores de Georgetown indica que el SFC es un verdadero trastorno neurológico. El estudio, publicado en la edición de noviembre de 2006 de “BMC Neurology”, mostró que los pacientes con SFC tienen 16 proteínas en su fluido espinal en el sistema nervioso central que no se encuentran en controles sanos.

DESORDEN HIPERACTIVO Y DEFICIT DE ATENCION

Las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden tener bajos niveles de marcadores de dopamina, informa un equipo de investigación en el número del 9 de septiembre de 2009 de la publicación “Journal of the American Medical Association”. La dopamina se libera en respuesta a la actividad emocionante y da lugar a una sensación de placer o recompensa, que puede alentar a una persona a participar en el mismo tipo de actividad de nuevo. Los investigadores especulan que los bajos niveles de dopamina en personas con TDAH pueden explicar su falta de motivación e incapacidad para concentrarse.