Las glicosilaciones ligadas a N son las glucosilaciones más comunes. Aparecen en eucariotas y arqueas, pero rara vez aparecen en bacterias.
Existe una diversidad tan increíble de glicosilaciones posibles, incluso si se limita a un organismo, que es casi imposible nombrar uno como el más común. Especialmente dado que aún no hemos descubierto todas las posibilidades en todos los organismos.