Los antidepresivos pueden causar cambios significativos en las emociones y el comportamiento, y pueden causar violencia grave o repetida. Si aquí hay problemas de una afección subyacente o si esta niña está lidiando principalmente con efectos secundarios, no es algo que esté calificado para discernir, y no es algo sobre lo que tenga información suficiente para comentar.
Los antidepresivos tienen muchos efectos secundarios potenciales que podrían contribuir al tipo de resultado que está describiendo, como apatía, anhedonia, hipersexualidad, ira, violencia y homicidio, “trastorno del estado de ánimo” (depresión, manía, psicosis, etc.), cambios significativos en la personalidad, e incluso problemas como la disfunción del sueño.
Algunas personas se suicidan u otras personas como resultado de tomar antidepresivos, y algunas personas pasan meses o años de comportamientos extremadamente poco característicos que pueden llevarlas a una institución, trabajar en un club de striptease o ser discapacitados en una cama de hospital o en el hogar. Si mencionas los problemas psicológicos en esta chica de antemano, sugiere que su comportamiento puede estar relacionado con la medicación y cómo esa medicación podría estar influyendo en su biología, neuroquímica y psicología personal e historia específicas.
Además, para tomar nota, los antidepresivos (incluidos los ISRS) actúan sobre muchos tipos de receptores, no solo sobre la serotonina. Por ejemplo, todos los SSRI actúan sobre la dopamina, entre otros tipos. Sin embargo, hablar de “persona tipo x” (p. Ej., Sociópatas) con “más dopamina” no es una forma coherente de caracterizar a las personas, porque la densidad de receptores, la sensibilidad y las correlaciones funcionales no son uniformes entre personas o poblaciones. No hay niveles “normales” o “anormales” en ningún sentido mensurable y objetivo, mucho menos niveles que se pueden generalizar de una persona a otra.