El Dr. Ramuel Malapitan tiene razón, IMO. 3 litros al día es más de lo que necesita para mantenerse normalmente hidratado, excepto en situaciones extremas. En realidad, es prácticamente imposible deshidratarse excepto en circunstancias extremas, por ejemplo, tener un derrame cerebral y no poder llegar al agua, o no poder llegar al agua por alguna razón (diabetes insípida también). La sed como impulso fisiológico es muy poderosa y, si necesitas beber, estarás sediento, y si no tienes sed, entonces no necesitas beber.
No sé de dónde vino este mito acerca de tener que beber agua constantemente (y beber una cantidad fisiológicamente anormal por día), pero tiene sus efectos adversos. A veces me parece que tal comportamiento ha alcanzado propuestas compulsivas obsesivas. Y la ingesta excesiva de líquidos (además de la micción frecuente) tiene el potencial de causar problemas graves. Cada año, las maratones más largas llevan a que las personas caigan muertas; cuando se realiza una autopsia, se descubre que probablemente murieron a causa de los cambios electrolíticos que resultan del consumo excesivo de agua (líquido). Esto está bien documentado en la literatura médica.
Mi yerno bebe de manera obsesiva. No hay un momento en el día en que no tenga una botella de agua en la mano o cerca. Actualmente le está diciendo a nuestra nieta de 5 años que debe beber más agua cada vez que su orina es amarilla (ámbar), una afirmación totalmente falsa que bien puede producir un comportamiento neurótico en un niño de esta edad. Ninguna cantidad de explicación científica o racional parece penetrar su obsesión.-