Uno de los síntomas más prominentes del quiste ovárico incluye dolor repentino o recurrente en la pelvis inferior o en la región abdominal de diversa gravedad. Este dolor a menudo se extiende al área inferior de la espalda y puede imponer rápidamente restricciones de diversos grados en las actividades normales. El dolor persistente alrededor de la zona pélvica durante los ciclos menstruales y que también puede experimentarse en la región lumbar es uno de los signos de peligro que toda mujer debe tener en cuenta. El dolor inexplicable, como el dolor de espalda, puede indicar la presencia de quistes ováricos.
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Una forma de detener el dolor de espalda y tratar los quistes ováricos es mediante el uso de analgésicos de venta libre. Los medicamentos como las píldoras anticonceptivas también están disponibles, y en algún momento los ayudará a desaparecer o achicarse gradualmente. Y, por supuesto, el último recurso disponible en casos más severos o avanzados es la cirugía.
