La razón principal es que el presidente Obama y los demócratas del Congreso querían asegurarse de que el proyecto de ley redujera significativamente el déficit del presupuesto federal en los próximos diez años. La Oficina de Presupuestos del Congreso estima que la ley de salud lo hará en gran parte porque los nuevos impuestos y recortes en Medicare comienzan a producir nuevos ingresos y ahorros significativos, respectivamente, antes de que las costosas partes de la expansión de la cobertura estén en pleno vigor.
Además, algunos aspectos de la reforma (como la creación de intercambios de seguros de salud a nivel estatal) requieren tiempo de preparación, y no podrían haber sido efectivos inmediatamente, aunque podrían haberse hecho efectivos mucho antes de 2014.