Poco probable que los esteroides anabólicos comparten perfiles moleculares similares a la testosterona y el colesterol, la insulina no es un esteroide.
Técnicamente, la insulina y los esteroides son hormonas, pero diferentes tipos: a nivel químico, la insulina es una hormona peptídica, no una hormona esteroidea.
Sabiendo que la insulina es un péptido, un esteroide no puede ayudarlo a confundir a otros compuestos. Los efectos de la insulina sobre el anabolismo le dan el potencial de desarrollar porciones de masa muscular magra en períodos cortos de tiempo, y muchos culturistas lo usan junto con los esteroides anabólicos para promover el crecimiento muscular.
Esta combinación también compensa las ganancias de grasa. Los esteroides anabólicos se producen durante los ciclos de culturismo para ayudar a consolidar el tejido muscular.
Con el aumento de los niveles de testosterona, tu bebé es mucho más experto en el proceso de desgarro y reparación de los músculos, lo que le permite aumentar el rendimiento en el gimnasio. Es allí donde entra la insulina, evita que el músculo se rompa. Los resultados combinados de insulina y esteroides incluyen un proceso eficiente donde los esteroides crean nuevos músculos y la insulina previene su degradación, y además aumenta sus ganancias musculares. Es posible que se haya encontrado con personas que usan insulina en combinación con esteroides anabólicos y quizás se pregunte si la insulina también es un esteroide.