La leche materna congelada puede desnaturalizar algunas de las inmunoglobulinas secretoras que imparten beneficios inmunológicos a su bebé.
La grasa, el azúcar y las proteínas deberían estar bien ya que se degradan de cualquier manera en el sistema gastrointestinal.
La leche materna almacenada, congelada y descongelada conservará su valor nutritivo.
Asegúrese de que la leche aún esté en buenas condiciones antes de congelarla. Descongele lentamente en agua tibia o durante la noche en la nevera. Verifique la leche descongelada antes de servir. Y trate de no volver a congelar la leche después de descongelarla.
Para obtener más información, puede consultar con un especialista en lactancia, su pediatra o visitar el siguiente sitio web.
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