Si comienza con un metabolismo bajo, lo que probablemente notará es (1) aumento (normalización) de la frecuencia cardíaca en reposo, (2) un aumento (normalización) de la temperatura corporal a primera hora de la mañana justo después de despertarse (3). ) una mejora en el estado de ánimo general, (4) un aumento en la sensación de bienestar (cuerpo y espíritu), (5) disminución de la sensibilidad al frío (manos y pies más cálidos), (6) mayor fuerza, (7) mejor resistencia, (8 ) una disminución de las tendencias de estreñimiento, y (9) una tendencia decreciente hacia el síndrome del búho nocturno (una normalización de la sincronización circadiana).
Si comienzas con una tasa metabólica alta-normal, lo que probablemente notarás es (a) pulso de carrera, (b) inquietud, (c) dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, (d) posible agravamiento de la ideación obsesiva y compulsiva comportamientos, (e) irritabilidad (o mala suerte de “encontrarse con” personas más irritantes) y agresividad (“asertividad” atípica), (f) volatilidad emocional (pérdida de la variabilidad de la frecuencia cardíaca sinusoidal) y (g) problemas digestivos (ácido indigestión, gases, diarrea, calambres, etc.).
Estas listas no están completas.