Los bebés menores de 2 años de edad no deben consumir miel.
La miel puede contener esporas de Clostridium botulinum. En el tracto GI del bebé, estas esporas pueden germinar y crecer, liberando la toxina botulín que produce los síntomas del botulismo infantil.
En general, no es tan mortal como el botulismo regular asociado con el consumo de alimentos que contienen toxina botulínica.
Estas esporas no pueden germinar en el tracto GI de humanos mayores de dos años, debido al pH ácido.