Déjame reventar un gran mito aquí. Los humanos, como cualquier otro mamífero, necesitan leche solo cuando son bebés. ¿Alguna vez te has preguntado por qué un león no bebe leche de jirafa o por qué una rata no bebe la leche de una ardilla? Durante años, la industria lechera nos ha alimentado con esta gran mentira de que NECESITAMOS leche para el calcio. Pero déjame decirte qué sucede cuando cualquier producto animal (incluida la leche y sus subproductos) ingresa a tu cuerpo.
Los productos animales son ácidos por naturaleza. Y nuestros cuerpos son alcalinos. Entonces, cuando bombeas estos productos a tu cuerpo, aumenta la acidez en tu sangre y tejidos. Tenga en cuenta que sus huesos pueden sobrevivir sin calcio durante mucho tiempo, pero su sangre no puede permanecer ácida por mucho tiempo. Entonces, para neutralizar el balance de pH en su sangre, su cuerpo termina usando el carbonato del carbonato de calcio que está presente en sus huesos para mantener el cuerpo alcalino. El calcio que NO SE UTILIZA en ninguna parte termina siendo eliminado en la orina.
Si realmente quieres calcio, come semillas, nueces y verduras. Estos son tus mejores amigos. Til o semillas de sésamo son una rica fuente de calcio. El brócoli, la coliflor, las semillas de calabaza, las semillas de arándano y el humilde “palillo” son alimentos ricos en calcio.
Espero que esto ayude. 🙂