El cuerpo está parcialmente regulado por el cerebro (y / o la mente), y el cerebro / mente está parcialmente regulado a través de la psicología personal. Esto tiene relación con la respuesta inmune, la eficiencia y salud de los órganos, estado nutricional, comportamiento y hábito, reacciones a tratamientos espirituales y médicos y otros elementos de bienestar que pueden prolongar la vida (en circunstancias normales y también cuando se enfrentan a condiciones de salud graves o degeneración inevitable o muerte).
Y en términos de enfermedades graves o traumas, a veces son más importantes que las influencias psicológicas positivas sobre el funcionamiento bioquímico; por ejemplo, mantenerse consciente puede aumentar las posibilidades de supervivencia cuando se afrontan algunas afecciones agudas y las tensiones emocionales que actúan sobre los órganos vitales y la regulación neurológica puede prevenir o precipitar eventos que pueden empeorar la propia condición o resultar en una muerte más temprana.
La longevidad, la morbilidad y la mortalidad tienen conexiones estadísticas y prácticas con la actitud y la mentalidad. Sin embargo, esto no significa que alguien pueda sobrevivir a algo por pura fuerza de voluntad, o que las contribuciones psicológicas sean igualmente capaces en todas las personas o situaciones (o incluso personas o situaciones similares). La salud humana es única, dinámica y más allá de las medidas predictivas de la ciencia.
Comenzarías a obtener una filosofía más abstracta (o al menos no médicamente) para analizar el concepto de mortalidad, muerte y muerte, y cómo se pueden relacionar con la perspectiva y la elección. Ese es un campo de discusión mucho más amplio, aunque muy interesante.