La miel no es realmente el único alimento que no se echan a perder. Cualquier cosa con un contenido de humedad muy bajo resistirá el deterioro: azúcar pura, jarabe de maíz, incluso grasas y carnes secas. (Este último finalmente se vuelve rancio, pero no se infectará). Para la miel y otros azúcares, es la concentración la que hace el trabajo de matar a cualquier microbio que caiga sobre él.
Si mezclas la miel con otras cosas, arruina esa concentración y tiende a descomponerse.