La insulina puede inhibir la producción de glucosa en el hígado y es importante para promover la absorción de glucosa fuera de la sangre (al hígado y a las células grasas). Por lo tanto, cuando hay altas concentraciones de insulina, es probable que las enzimas involucradas en la producción de glucosa para la excreción en la sangre se inhiban y que las enzimas responsables de la descomposición de la glucosa en glucógeno o grasa para el almacenamiento se promuevan o desinhiban.
Los científicos saben mucho sobre cómo responde el cuerpo a la insulina, pero todavía hay muchas preguntas sin respuesta. Por ejemplo, se sabe que ciertos tipos de cirugía de derivación gástrica realmente curan la diabetes, pero no está del todo claro cuál es el mecanismo detrás de eso. La evidencia sugiere que es más complicado que solo ser debido a la pérdida de peso del paciente, ya que eso no revertiría inmediatamente el daño causado a las células beta en los islotes pancreáticos.