Proporciona la estructura de la proteína en una solución, que es el entorno en el que funcionan las proteínas, y esa solución puede ajustarse fácilmente según sea necesario: a menudo es fácil recolectar una serie de espectros de RMN a pH variable para observar un cambio conformacional o sin él y luego con un ligando añadido para observar la unión.
La otra técnica es la cristalografía de rayos X, que no hace nada de eso.