No hay beneficio en consumirlo de otra forma que no sea dulce y de ahí derivan calorías.
Al comprarlo, declara que está dispuesto a pagar más por un producto que se certificará como orgánico. El pensamiento convencional es que los alimentos orgánicos usan menos o ningún pesticida y son mejores para el medio ambiente (aunque eso no siempre es cierto). En el caso particular del azúcar, comprar productos orgánicos no va a tener ningún impacto en el medio ambiente, por lo que, básicamente, usted está votando por su billetera para decir que quiere que las cosas sean certificadas como orgánicas.
Ni usted ni el medio ambiente se benefician. Sin embargo, el granjero sí gana una prima por su cosecha, por lo que el agricultor se beneficia y agradece.