Sí. En todos los países de la Unión Europea, las etiquetas de todos los productos alimenticios deben indicar si:
- el producto consiste en OMG o contiene OMG – en cualquier cantidad;
- el producto se deriva de OMG pero ya no contiene OGM si todavía hay ADN o proteína como resultado de la modificación genética presente
Esta legislación ha estado en vigor desde 1997.