¿Por qué nos gusta el azúcar si nuestro cuerpo sabe que no es saludable (en grandes cantidades)?

El azúcar desencadena una sensación casi eufórica en nuestros cerebros después de la ingestión. Hay muchos estudios que demuestran que el azúcar tiene el mismo impacto en nuestros cerebros que las drogas duras como la cocaína y la heroína. Al igual que con cualquier otra droga, aunque nuestros cuerpos no reaccionen bien a la ingesta de azúcar, nuestras mentes pueden comenzar a ansiarlo, y así comienza el terrible ciclo de resistencia a la insulina y la obesidad.