La mayoría de las personas tiene la idea incorrecta de una dieta “cetona”. No se está concentrando específicamente en comer carnes y grasas.
Se trata de NO comer carbohidratos (alimentos con almidón blanco, arroz blanco, papas blancas, papas fritas, pan, panecillos, tortillas de harina, donas, pasteles, frijoles blancos y similares) azúcares, dulces concentrados y frutas.
Esta práctica durante un período de tiempo hace que el hígado cambie de marcha y comience a producir dichas cetonas como resultado de la digestión del aumento de grasas y grasas en lugar de los hidratos de carbono que faltan.