Las vitaminas son micronutrientes y solo se necesitan en pequeñas cantidades.
Lo mejor es comer alimentos integrales que satisfagan estas necesidades.
Las vitaminas A, E, D y K son solubles en grasa y es posible elevarlas a niveles dañinos.
La vitamina C y la familia de vitaminas B son solubles en agua. El exceso se elimina más fácilmente con la hidratación adecuada, por lo que los niveles elevados representan un riesgo mucho menor.
Nuestro cuerpo está diseñado para manejar la vitamina D. Rara vez el exceso presenta algún riesgo.
Las personas con problemas hepáticos o renales no deben tomar grandes dosis de cualquier vitamina soluble en grasa.
