Todos los mamíferos que portan pieles tienen glándulas que exudan algún tipo de sustancia oleosa. Habitualmente frotan esto sobre su pelaje, y luego lo lamen. La composición de esta sustancia difiere de una especie a otra, pero siempre contiene un precursor de vitamina D. Para cuando lo lamen, el precursor se ha convertido en vitamina D por la luz solar.
Las aves hacen esto también.