“Estudiar” no aumenta apreciablemente el gasto de energía del cerebro. Tu cerebro nunca se asienta o se enfría, por lo que “pensar mucho” no requiere más energía que soñar despierto.
La actividad muscular involucrada en el piano también es muy pequeña, al menos en comparación con prácticamente cualquier actividad deportiva.
En consecuencia, no hay necesidad de hacer nada más que prestar atención a sus señales de apetito normales. En todo caso, debe planear algunas actividades atléticas para compensar el hecho de ser tan sedentario. De lo contrario, podría comenzar a ganar peso no deseado.