He estado recibiendo quimioterapia para mi cáncer de pulmón en Fase IV durante el último año y medio.
Tome un montón de cafe.
Algunos días tendré seis o diez tomas de espresso. Algunos días tendré unas tazas de goteo. Podría tomar un café con leche y una cafetera entera. Y algunos días bebo té o me salteo la cafeína por completo. Pero la mayoría de los días solo tomo una o dos tazas de café.
Lo tomo principalmente porque me gusta, y lo bebo a menudo para combatir el letargo. Pero nunca lo bebo por o a pesar de mi tratamiento contra el cáncer.
Debido a que el café te deshidrata un poco, tiendo a no beber mucho antes de mis infusiones, principalmente porque quiero que mis venas estén lo más rellenas posible. Sin embargo, a menudo tomo café durante mi infusión porque, como dije, me gusta el café.
El café puede afectar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, y cosas así; se debe controlar la salud general del paciente y no todos pueden tomar mucho café. Pero no es probable que afecte el cáncer ni altere la efectividad de la quimioterapia.
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¿Cuáles son algunas buenas estrategias para reducir mi dependencia de la cafeína?
Aún así, los pacientes siempre deben discutir cosas como esta con sus oncólogos, especialmente si beben mucho.