La estructura terciaria es importante para la funcionalidad de la enzima porque conecta espacialmente todas las piezas funcionales de una proteína para realizar una tarea, por lo general, una tarea muy específica relacionada con ese nivel de estructura.
Antecedentes: las enzimas son proteínas. Las proteínas tienen 4 niveles de estructura (primaria, secundaria, terciaria, cuaternaria) y en cada nivel se enfatiza información diferente. La estructura primaria es la secuencia de aminoácidos, y dado que las proteínas están construidas con cadenas lineales, esto nos dice el orden de los bloques de construcción. A continuación, las proteínas comienzan a plegarse en subestructuras, algunas de las cuales reconocemos fácilmente (hoja beta, hélice alfa) y otras que son muy únicas. Estas estructuras son importantes porque nos dicen cómo los aminoácidos que están cerca unos de otros en una cadena interactúan para formar estructuras de orden superior. Finalmente, todas estas estructuras se pliegan y se rodean unas a otras para formar componentes funcionales que unen partes distantes de la cadena. Esta es la razón por la cual la estructura terciaria es tan importante para funcionar, esencialmente es la columna vertebral de la función porque describe la forma general de la enzima. Esta forma funciona como una máquina. Es como cuando se saca un colgador de metal económico de una máquina. Primero, se extruye como una barra delgada y recta. Para que funcione, otra máquina tiene que doblar un extremo, luego tomar el otro extremo de la varilla y girarlo alrededor del cuello. Estas dos áreas originalmente no estaban vinculadas espacialmente, pero a través de su vinculación se creó una nueva forma y surgió la función (sosteniendo la forma de suspensión).
Bonificación: la estructura cuaternaria no debe confundir, estos no son parte de todas las proteínas y son cuando múltiples cadenas de aminoácidos se pliegan para crear una proteína (son proteínas de varias piezas como la hemoglobina).