Eso depende mucho de la naturaleza de la depresión. Si se deriva de la química cerebral desequilibrada, las soluciones permanentes son mucho más difíciles (y generalmente involucran una serie de intervenciones farmacológicas), pero si la depresión proviene de circunstancias de vida y patrones de pensamiento y comportamiento inadaptados, entonces la recuperación puede llevarse a cabo con bastante rapidez. terapia cognitivo-conductual y cambios en dichas circunstancias.
Algunas personas tienen la mala suerte de sufrir depresión con un pie en ambas causas; para ellos, los hábitos cambiantes y las circunstancias de la vida pueden ponerlos en una posición mucho más fuerte para manejar la mano neurobiológica que recibieron.
El cerebro es un órgano increíblemente adaptable, e incluso los problemas aparentemente insolubles pueden eventualmente alcanzar algo parecido al funcionamiento normal, aunque lleva tiempo y no está garantizado. Sin embargo, la mayoría de los pacientes nunca se “curan”, sino que administran su depresión en distintos grados a lo largo de sus vidas.