¿Es algo similar a preguntar que “puedo tener veneno y aún así no morir”? No habla sarcásticamente, pero hay ciertas verdades universales que no se pueden alterar. Pero podemos cambiar el gusto y engañar a nuestro cerebro. Después de todo, es la liberación de dopamina en nuestro cerebro lo que nos satisface en lo que sea que tengamos ganas de comer.
Como ejemplo, está científicamente comprobado que anhelamos alimentos salados cuando estamos frustrados o enojados. Depende del estado de ánimo. Ahora, en lugar de ir por una bolsa de papas fritas, en este caso, ¿por qué no ir por pistacho? En caso de que desee dulce, busque pasas y ciruelas. No solo le darán la satisfacción sino que también serán una alternativa saludable. Lo sé y lo he superado. Al principio puede que no le corte mucho hielo, pero gradualmente, después de algunas repeticiones, sentirá que está sintiendo bien el hecho de que le está haciendo bien al cuerpo en lugar de lamentarse después por la basura que consumió. Espero eso ayude !!!!
HTH