No quieres comer demasiada azúcar. Una lata de refresco contiene más azúcar de la que debería comer durante todo el día. El exceso de azúcar se almacena en la grasa y si el exceso de azúcar se mantiene durante un tiempo prolongado, podría conducir a la resistencia a la insulina.
La mayoría de las frutas tienen mucha fructosa, por lo que evitaría combinar frutas con alimentos azucarados como cereales, refrescos o postres. Lo mejor es darle a tu cuerpo la oportunidad de lidiar con el pico de glucosa antes de agregar más azúcar.
Aparte de eso, la fruta viene con mucha fibra y puede ayudar en gran medida a la digestión, por lo que está bien combinarla con la comida normal.