Ciertamente estoy de acuerdo con el otro afiche que dice que mientras un niño no sea alimentado con comida chatarra, papas fritas, galletas, refrescos, etc., se autorregulan. Puede haber momentos en que un niño come más o menos. Si hubiera más adultos en sintonía, probablemente coman más en invierno y menos en verano, ya que estos requisitos de energía están en consonancia con las temperaturas externas.
Si bien la mayoría de los padres no les niegan la comida a sus hijos, muchos son muy controladores cuando se trata de la cantidad que el niño debería comer. Esta actitud de los padres puede conducir a trastornos de la alimentación más adelante, cuando el niño trata de compensar las fallas imaginadas o las dificultades para manejar las expectativas de los padres.
Si los niños son alimentados con una dieta alta en calorías sin frutas y verduras y carnes magras, la transición a una dieta más saludable podría tomar un poco de tiempo y paciencia. Pero los niños son resistentes y harán el cambio sin el mismo caos interno que la mayoría de los adultos. Buena suerte.
