Hay un efecto de onda extraordinariamente poderoso a partir de un pequeño cambio.
La gente a menudo decide hacer cambios drásticos y radicales porque quieren resultados inmediatos. No solo estas decisiones son difíciles de comprometer y mantener, sino que también puede prepararse para el fracaso antes de comenzar. Un estudio de 2002 confirmó los efectos negativos de comprometerse con una dieta agresiva:
Este estudio examinó el efecto de la privación anticipada de alimentos en la ingesta de alimentos restringidos e incontrolados. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a una condición de dieta, en la que esperaban una dieta durante una semana, o a una condición de control (sin dieta). … Los que comieron con moderación en la dieta consumieron significativamente más comida que los que comieron con moderación en condiciones sin dieta o que no comieron sin restricciones en ninguna de las dos condiciones. Los comedores desenfrenados consumían la misma cantidad independientemente de la condición. Estos resultados confirman que simplemente planear seguir una dieta puede desencadenar el comer en exceso.
Nunca aconsejo un enfoque en negarte a ti mismo. Al hacerlo, serás bloqueado por la barrera innecesaria de pensar sobre lo que no puedes tener.
A lo largo de mi carrera como jugador, hubo momentos en los que quería hacer cambios en la composición de mi cuerpo. Aunque me gustaba ver resultados rápidos, siempre comencé con un cambio simple. De Psicología Hoy:
Los pequeños pasos son siempre más fáciles de pensar y, por lo tanto, de actuar, que los grandes.
Si estaba buscando agregar fuerza para sentirme más fuerte en la caja de bateo, sabía que tenía que agregar calorías. Mi metodología fue hacer un cambio rápido y pequeño para medir la respuesta de mi cuerpo. En lugar de reevaluar todo mi programa de nutrición y entrenamiento de fuerza, haría algo sutil, como agregar alimentos que ya ingería regularmente. Si tuviera el hábito de comer un bistec y una batata en el almuerzo, agregaría 1/3 más de carne y ¼ de almidón, por ejemplo.
Este simple cambio mental me permitió sentirme más fuerte tan pronto como el juego de esa noche. ¿Iba a golpear la pelota con más fuerza? Quizás, pero no porque fuera inmediatamente más poderoso físicamente. Fue el nuevo compromiso que mejoró mi confianza y condujo a mejores resultados.
En lugar de castigarte por fallar en un entrenamiento excesivamente exigente o una dieta increíblemente restrictiva, comprometerte con un pequeño cambio te permite sentirte orgulloso de los éxitos. Cada éxito genera confianza y motivación para seguir avanzando hacia un cuerpo y una mente más sanos y fuertes.