¿Dónde puedo encontrar evidencia científica de que existe una correlación entre el consumo de sal en la dieta y la presión arterial alta?

Se ha establecido que las personas que no consumen sal en sus alimentos debido a sus hábitos culturales casi no tienen hipertensión.
Ver:
http://hyper.ahajournals.org/con…
Para el papel de la restricción de la sal en el tratamiento no farmacológico de la hipertensión, ver:
http: //www.worldhypertensionleag…
La reducción de la sal en la hipertensión establecida reduce la presión arterial sistólica (más importante que la diastólica) en alrededor de 5 mmHg.
El gran estudio publicado en el JAMA parece refutar todo lo que pensamos que sabíamos.
Mientras esperamos nuevos desarrollos, en este momento aún recomendaría la hipertensión para tratar de reducir la ingesta de sal a aproximadamente 4 gramos por día.

EDITAR:
Se puede acceder al artículo original de JAMA publicado el 4 de mayo de 2011 en:
http://jama.jamanetwork.com/Issu…

Aquí puede encontrar comentarios muy críticos en The Lancet’s sobre el metanálisis Cochrane:
La reducción de sal reduce el riesgo cardiovascular: metanálisis de ensayos de resultado

Si lo desea, puede descargar este artículo en formato pdf de forma gratuita.

Por lo general, las revisiones Cochrane son perspicaces o incitantes. Ver, por ejemplo, este contrainforme sobre el tema de la sal: http://mobile.foodnavigator.com/

Como primera aproximación, confío en el informe Cochrane, ya que son más capaces de decidir si los datos realmente respaldan los reclamos estadísticamente. Aunque pueden carecer de la experiencia de los principios bioquímicos subyacentes. Como no he leído los informes, no puedo decir que realmente sepa en quién confiar en este caso.

Muchos hechos muestran la relación positiva entre la presión arterial y los ataques cardíacos y la asociación positiva de la ingesta de sodio con la presión arterial subyace a la hipótesis de que una reducción en la ingesta de sodio, en virtud de su efecto hipotensor, podría prevenir accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Además, incluso si el efecto sobre la presión arterial estuviera en el rango de una disminución de 1 a 2 mm Hg en la presión arterial por cada 75 a 100 mmol de diferencia en la ingesta de sodio, el impacto de dicho cambio se aplica a la totalidad población, sería enorme. El problema con esta atractiva posibilidad es que una reducción en el consumo de sal a veces puede tener consecuencias adversas para la salud. La pregunta, por lo tanto, es si los efectos beneficiosos hipotensivos de la restricción de sodio superarán sus riesgos.