Es posible desarrollar insuficiencia suprarrenal (incapacidad de las glándulas suprarrenales para producir una o más de sus cuatro hormonas: cortisol, aldosterona, norepinefrina o epinefrina), pero generalmente no como resultado del estrés a largo plazo; no existe una condición de “tiroides cansada” o “fatiga tiroidea” en una persona bien alimentada.
Sin embargo, bajo una fuerte carga de estrés, el cuerpo puede compensar algo la producción de hormonas al reducir el número de receptores de esas hormonas, lo que las hace menos efectivas cuando se liberan en cantidades normales. En tales casos, cuando se reduce la carga de estrés y los niveles de hormonas vuelven a un estado “crónicamente normal”, el cuerpo se recompensará aumentando la cantidad de receptores de esas hormonas nuevamente. Toma tiempo, varias semanas o meses, para que cada reajuste compensatorio se estabilice.
