El azúcar que se produce de forma natural sigue siendo azúcar y, en términos generales, el ser humano moderno no escasea en la ingesta de azúcar debido a los alimentos calóricos disponibles a nuestro alrededor.
Independientemente de su intención de perder peso o no tenerlo, nadie le impide consumir jugo. Ciertamente no va a hacer daño a su sistema.
La principal preocupación en torno al tema es el consumo excesivo de jugo de naranja y la falta de fibras que lo acompañan. Cuando comes tres naranjas, te vas a llenar de fibras. Cuando bebe el jugo, todas las fibras, salvo la pulpa ocasional, se han descartado. Su cerebro no registra que se consume comida porque el líquido no contribuye tanto a su sensación de saciedad, por lo que no le impedirá alcanzar esa tarta de crema en el té de la mañana.
En última instancia, el jugo no contribuye mucho a un perfil nutricional positivo, porque aparte de evitar masticar, no hay nada que pueda ofrecer que las frutas enteras no puedan.
Soy fan de la filosofía de Craig Good de que no hay alimentos no saludables, solo que la forma en que trates los alimentos podría ser perjudicial.