Manisha Saxena
La salud mental no se trata solo del funcionamiento apropiado del cerebro sino también del bienestar emocional, psicológico y social de un individuo. Una enfermedad mental indica un daño o daño a cualquiera de los aspectos antes mencionados. Esta es la razón por la cual las enfermedades mentales son complejas por naturaleza y es difícil determinarlas simplemente observando los síntomas. Por lo tanto, es importante someterse a un diagnóstico médico bajo la supervisión de un profesional con licencia para identificar la afección subyacente con precisión, si existe.
En la actualidad, más de 200 formas de enfermedades mentales han sido clasificadas por la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), la biblia de los trastornos mentales. Estos trastornos varían de leves a graves. En general, estos trastornos se pueden categorizar ampliamente como:
Trastornos de ansiedad: caracterizados por miedo persistente, preocupación, nerviosismo y escepticismo, los trastornos de ansiedad se dividen además en trastornos de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno de ansiedad social, fobias específicas y más.
Trastornos del estado de ánimo: caracterizados por una fluctuación severa en el estado de ánimo y el comportamiento, también son un síntoma de enfermedades como la depresión, el trastorno bipolar y el trastorno ciclotímico.
Trastornos psicóticos: se caracterizan por síntomas como alucinaciones y delirio. La esquizofrenia es un ejemplo conocido.
Trastornos de la alimentación: hay tres tipos de trastornos de la alimentación: anorexia nerviosa (evitar alimentos por miedo a aumentar de peso), bulimia nerviosa (comer en exceso para terminar purgando y perder peso) y trastorno por atracones (comer compulsivamente).
Trastornos de la personalidad: se caracterizan por los diferentes y angustiosos rasgos exhibidos por la persona afectada en el trabajo, la escuela o en las relaciones sociales. El trastorno de personalidad antisocial y el trastorno de personalidad paranoide son tipos comunes de trastornos de la personalidad.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Es el resultado de experimentar una experiencia traumática u horrible, como un ataque (físico, sexual, emocional o mental), muerte súbita de un ser querido, pérdida debido a un retroceso o accidente, trauma debido a un desastre natural o guerra. Se caracteriza por pensamientos recurrentes, recuerdos y recuerdos del evento.