PCOS es el síndrome endocrino (hormonas) más común que afecta a las mujeres en edad reproductiva. Es más prevalente en mujeres obesas (28%) que aquellas que son delgadas.
Los efectos del PCOS se manifiestan a través de perfiles hormonales trastornados, exceso de andrógenos circulantes (testosterona libre), aumento de LH, disminución de FSH, resistencia a la insulina, disminución de SHBG (globulina fijadora de hormonas sexuales es un glicoprómero que se une a las dos hormonas sexuales: andrógeno y estrógeno) .
La resistencia a la insulina inducida por la obesidad causa una exacerbación de todos los síntomas de SOP.
La modificación del estilo de vida, que incluye un mínimo de 30 minutos de ejercicio moderadamente intenso al menos 3 días por semana y las intervenciones dietéticas es el tratamiento de primera línea. Se ha demostrado que una pérdida de peso del 5-10% disminuye las concentraciones de testosterona, aumenta la SHBG, normaliza la menstruación y mejora la fertilidad en mujeres con PCOS. Se debe enfatizar la prevención del aumento de peso excesivo en todas las mujeres con SOP con peso corporal normal y aumentado.
