Contrario a la creencia popular, a los pollos de engorde no se les inyectan hormonas, por la razón principal de que las hormonas son caras.
Por otro lado, los pollos de engorde son alimentados a la fuerza con antibióticos que cambian la fauna intestinal y promueven la obesidad.
Entonces, ¿cuándo estos antibióticos adicionales encuentran su camino en la dieta humana es mortal? Obviamente si lo fuera, todos estaríamos muertos ya que la mayoría de la leche, la carne y otros productos que consumimos ya están mezclados con antibióticos, por no mencionar los antibióticos de venta libre recetados por los médicos.
Los estudios demuestran que, aparte de causar resistencia a los antibióticos, esta dosis es mayormente dañina para los adultos, pero puede causar problemas en niños extremadamente pequeños ya que las bacterias intestinales pueden no haberse desarrollado adecuadamente.
Flora intestinal
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