¿Existe investigación científica que demuestre si la carne roja es mala o no para consumir?

Sí, “el mayor consumo de carne roja total y carne procesada se asocia con un mayor riesgo de mortalidad total, cardiovascular y por cáncer”.
Ver:
Consumo y mortalidad de carne roja y procesada: metanálisis de dosis-respuesta de estudios prospectivos de cohortes.

Lo interesante del metaanálisis anterior (una revisión de estudios) es este hallazgo: “La asociación entre el consumo de carne roja no procesada y el riesgo de mortalidad se encontró en las poblaciones de EE. UU., Pero no en las poblaciones europeas o asiáticas”. Entonces esto implica que algo más está en juego además del consumo de carne roja. Tal vez asamos nuestra carne roja más que europeos / asiáticos.

Si quieres leer un estudio completo, aquí hay uno bueno para empezar: Consumo de carne roja y mortalidad
http://archinte.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=1134845

Ver también: metanálisis

Algunas pruebas implican la disección de aortas animales para ver la inflamación (ningún ser humano va a permitir esto); el consumo de carne roja inflama las arterias de una manera no saludable. Los humanos que consumen más carne llevarán a más personas con enfermedades cardíacas. Es difícil saber cuál es el efecto en ti, en particular, ya que puede ser que el ADN de algunas personas las haga más sujetas al daño. También necesita muestras a largo plazo, y tendría que controlar otros factores: tal vez los comedores de carne consuman más azúcar, o sean más propensos a ser alcohólicos, etc. Hay alguna evidencia de que las personas que sobreviven a la vejez que comieron carne a finales de la mediana edad le va bien; tal vez para ellos, la proteína extra es buena. La ciencia está de hecho en conflicto. Mire los estudios de los adventistas del séptimo día y los vegetarianos y saque sus propias conclusiones.

No he encontrado ninguna investigación que vincule la morbilidad con el consumo de carne roja alimentada con pasto criada en pastos. Sin embargo, el consumo de carne de res ultra alta en grasas, alimentada con maíz, hacinada en lotes de alimentación e inyectada con hormonas de crecimiento y antibióticos, como se ha convertido en la norma en los Estados Unidos, ha despertado todo tipo de preocupaciones. Por lo tanto, no es la carne roja en sí lo que es controvertido, sino la forma en que se produce lo que amerita un mayor estudio sobre la seguridad alimentaria.