Ir al gimnasio con el estómago vacío no es algo malo; se llama estar en ayunas. Estar en ayunas, al menos 12 horas sin comer, obliga a su cuerpo a depender de la energía almacenada (es decir, la grasa) como fuente de combustible.
Sin embargo, ir al gimnasio después de comer una gran comida puede ser muy difícil. Cuando su estómago está lleno, su cuerpo impone un gran esfuerzo para digerir ese alimento rápidamente; en el proceso de hacerlo, fuerza la sangre al tejido muscular circundante del estómago para ayudar en el proceso de digestión. Este tránsito de sangre se aleja de los músculos que “ejercitan” y como resultado aumenta la fatiga y disminuye la fuerza muscular.
Si no le apetece un entrenamiento en ayunas, intente esperar 1 o 2 horas después de comer para ir al gimnasio. Personalmente, me gusta mezclarlo y salir de mi zona de confort. Hacer ejercicio en ayunas te pone en una mentalidad de guerrero … es más primario.
Espero que encuentres esta información útil!
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