¿Comer algo que no te gusta altera el valor nutricional de la misma?

Reformé esta pregunta, porque no creo haber llegado a la esencia de lo que quería preguntar. Más o menos lo que estoy preguntando es, ¿nuestro disfrute psicológico de la comida determina el grado en que nuestro cuerpo acepta que la comida tenga propiedades útiles para su propio beneficio? Por ejemplo, un alergeno. Todo lo que es en esencia, nutricionalmente valioso, no siempre es recibido como tal por el cuerpo. Si una persona es alérgica a una manzana, ahora se ha convertido esencialmente en una amenaza para el cuerpo en lugar de un beneficio. ¿Esto ocurre hasta cierto punto de acuerdo con nuestra respuesta psicológica a la comida?