Buscaría un profesional médico como un Dr. funcional o integrador que se especializa en llegar a la raíz del problema. Son muchos los factores involucrados en su situación. Un nutriólogo conocedor también puede ser útil.
¿Cómo es tu dieta? ¿Come alimentos con alto índice glucémico o azúcar? ¿Su hígado funciona correctamente? Son muchos los estudios que muestran la eficacia de los cambios en la dieta cuando se trata de atención.
TDAH: pensar más allá del cerebro
Como suele ser el caso, los estadounidenses quieren alcanzar soluciones farmacéuticas para nuestras diversas enfermedades, y lo mismo ocurre con el TDAH. En este momento, se estima que hay más de 6.5 millones de niños estadounidenses que recibieron este diagnóstico. Hacer esto aún peor es el hecho de que alrededor de dos tercios de estos niños reciben una poderosa medicación que altera la mente, cuyas consecuencias a largo plazo nunca se han estudiado.
Creo que es muy importante que reconozcamos que hay un problema fuerte que se relaciona con estos niños y, en su mayor parte, se ignora. Además del hecho de que nacer por cesárea aumenta drásticamente el riesgo de TDAH, al igual que la exposición frecuente a antibióticos (ambos afectan las bacterias intestinales), un alto porcentaje de niños con TDAH tienen anormalidades intestinales directas en comparación con los controles emparejados por edad.
Un nuevo estudio evaluó a 742.939 niños y demostró que los niños con TDAH tenían una prevalencia de constipación casi aumentada casi tres veces más que aquellos sin TDAH. La incontinencia fecal fue seis veces mayor en el grupo con TDAH, y las visitas al médico debido a problemas intestinales también aumentaron dramáticamente en los niños con TDAH. Es importante destacar que estos hallazgos no difirieron dependiendo de si los niños con TDAH tomaban medicamentos o no.
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Una perspectiva holística es aquella que mira a todo el individuo. Es decir, adoptando la noción de que la disbiosis intestinal puede desempeñar un papel importante en términos de cómo funciona el cerebro no solo en el TDAH, sino en todo el espectro de trastornos relacionados con el cerebro. De hecho, recién estamos empezando a comprender la relación profunda entre lo que sucede en el intestino y lo que sucede en el cerebro. En el futuro, no tengo ninguna duda de que comprender esta relación abrirá la puerta a algunas ideas increíbles en términos de terapia para estas afecciones.
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