Los tres principales beneficios de la vitamina F son:
- Mantener la salud de la piel y las uñas: la vitamina F es esencial para la salud de la piel y las uñas. Sin los niveles adecuados de ácidos grasos esenciales, tanto la piel como las uñas se volverán secas y quebradizas. Esto significa que sus uñas crecerán más lentamente y serán más propensas a pelarse, partirse o romperse y su piel será mucho más susceptible a hematomas y lagrimeo. El ácido linoleico, un componente de la vitamina F, proporciona beneficios antiinflamatorios a la piel, lo que lo hace útil en el tratamiento del acné. Además, el ácido linoleico puede impregnar la piel, por lo que otros ingredientes activos que usted use, como los antioxidantes, pueden ser absorbidos más completamente por la piel.
- Reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares: la nutrición contemporánea sugiere que consumir vitamina F al día proporcionará los mayores beneficios para su salud cardiovascular. Los ácidos grasos esenciales juegan un papel vital en el ciclo de vida de las células cardíacas y con los niveles adecuados de vitamina F, la vida y la muerte de las células cardíacas funcionan de manera saludable.
- Disminución del colesterol LDL – LDL (lípidos de baja densidad) es el colesterol “malo” y al consumir cantidades adecuadas de vitamina F puede ayudar a reducir los niveles de LDL en la sangre. La disminución de los niveles de LDL en la sangre mejora la circulación general, lo que reduce el riesgo de infecciones y aumenta su capacidad para recuperarse de enfermedades.
- Beneficios de salud mental: no existen pruebas concluyentes para apoyar o refutar las afirmaciones de que los ácidos grasos esenciales pueden ayudar a reducir la ansiedad y aliviar la depresión, pero los estudios preliminares sobre el tema son alentadores.
Debido a que su cuerpo no sintetiza la vitamina F, tendrá que consumir alimentos que contengan ácidos grasos esenciales o tomar suplementos. Los aceites de soya, cártamo y maíz son excelentes fuentes de ácido linoleico y el aceite de linaza es la mejor fuente dietética de ácido alfa-linolénico. El salmón, el atún y el fletán son todas fuentes de ácidos grasos omega-3, mientras que alimentos como nueces de Brasil, nueces y semillas de girasol tostadas son fuentes de ácido linoleico. Disfrute de la vitamina F para una piel y uñas saludables, reduzca el colesterol y reduzca el riesgo de enfermedades cardiovasculares.