La sopa de pollo ha sido aclamada como un remedio para los resfriados ya que Maimonides la recomendó en el siglo XII. Muchas culturas han usado sopas de pollo como una cura para los resfríos y la gripe. Un interesante estudio encontró que una sustancia que se encuentra en la sopa de pollo llamada carnosina, puede ayudar a prohibir las condiciones proinflamatorias que marcan el comienzo de una infección viral. La carnosina también se encuentra en las pechugas de pollo, pero no en la carne de res. Otro estudio comparó los efectos de beber agua fría, agua caliente y sopa de pollo. La sopa de pollo se comportó mejor que el agua caliente para reducir los síntomas de los resfriados. También se ha descubierto que el ajo, la cebolla y el jengibre tienen efectos positivos de los resfriados, y ninguno de esos ingredientes estaría fuera de lugar en un buen plato de sopa de pollo.
La receta utilizada en los experimentos del Centro Médico de la Universidad de Nebraska fue preparada de acuerdo con una receta de la abuela lituana del Dr. Rennard. He incluido la receta en el siguiente enlace, en caso de que te sientas un poco mal.
Una primicia sobre la ciencia detrás de la sopa de pollo y el resfriado común – Explore la medicina integrativa
La ciencia de la sopa de pollo
Receta de la abuela