Aquí está la cosa: somos los atípicos aquí.
Todos los mamíferos pueden producir su propia vitamina C, pero los humanos y otros primates no pueden (de ahí que se considere una vitamina).
Los gatos, junto con perros, conejos, caballos, vacas y leones no necesitan vitamina C en su dieta. Hacemos.
Sin embargo, los gatos necesitan taurina y, como en el caso de los perros, arginina, que los humanos no (hacemos los dos). La arginina es un aminoácido normal que se encuentra en la mayoría de los alimentos, pero la taurina solo se encuentra en productos de origen animal. Por eso los gatos deben comer carne cruda, ya que el calor destruye la taurina.
Ah, y por cierto: nosotros, y ellos también, podemos obtener vitamina C de los animales. El hígado y las retinas tienen cantidades muy altas de vitamina C, por lo que el hígado y los ojos crudos (la cocina destruye el ácido ascórbico) podrían sustentar a un ser humano en este departamento nutricional.