La vitamina C es fácil de atravesar con los alimentos, ya que muchas frutas y verduras contienen vitamina C. Algunas buenas fuentes son: manzanas, espárragos, bayas, brócoli, repollo, melón (melón, melón dulce, sandía), coliflor, cítricos (limones, limas). naranjas), kiwi, alimentos fortificados (panes, granos, cereales), verduras de hoja verde (col rizada, espinacas), pimientos (especialmente pimientos rojos, que tienen el mayor contenido de vitamina C por porción), papas y tomates.
¿Hay algún riesgo asociado con demasiada vitamina C?
Cuando se obtiene de fuentes alimenticias y suplementos en las dosis recomendadas, la vitamina C generalmente se considera segura. Los efectos secundarios rara vez se informan, pero incluyen diarrea, náuseas, calambres abdominales y otros síntomas gastrointestinales. Para la mayoría de las personas sanas, el cuerpo solo puede contener y usar aproximadamente 200-250 mg de vitamina C por día, y cualquier exceso se pierde a través de la orina. En momentos de enfermedad, durante la recuperación de una lesión o en condiciones de mayor estrés oxidativo (incluido el tabaquismo), el cuerpo puede usar cantidades mayores. Las dosis altas de vitamina C (más de 2,000 mg / día) pueden contribuir a la formación de cálculos renales, así como causar diarrea severa, náuseas y gastritis.
¿Hay alguna otra consideración especial?
Pueden ocurrir efectos adversos entre la vitamina C y los medicamentos anticoagulantes como la warfarina (Coumadin), disminuyendo su acción. Los productos de nicotina, los anticonceptivos orales / estrógenos, las tetraciclinas, los barbitúricos y la aspirina pueden disminuir los niveles de vitamina C.
La vitamina C puede aumentar la absorción de hierro y luteína. Aunque algunas pruebas sugieren que grandes dosis de vitamina C suplementaria pueden interferir con la absorción y el metabolismo de la vitamina B12 que se encuentra en los alimentos, otros estudios no han mostrado tales efectos.